Es el caso de la sonda orbital LRO. Su altímetro láser, cuyos datos tienen una precisión vertical de 10 centímetros, ha instrumento ha permitido trazar el primer catálogo completo de alta calidad de los cráteres lunares, según informa la NASA. Otro equipo avanzado es el radiómetro de la misma sonda, que ha hecho el mapa de la composición mineralógica de la superficie lunar
El análisis de la distribución y tamaño de cráteres, explican los investigadores, proporciona información sobre el pasado de los cuerpos cercanos al Sol, como la Luna y, en cierta medida, la propia Tierra, aunque en ésta, con la atmósfera y los océanos, no se aprecien apenas esas cicatrices de los impactos de asteroides y cometas.
En cuanto a la transición del tamaño de los cráteres hace unos 3.800 millones de años, los científicos no tienen una explicación definitiva. "Sabemos que el cinturón de asteroides ha estado disparando proyectiles a un ritmo relativamente constante durante 3.500 millones de años", explica Caleb Fassett, uno de los investigadores. "Pero ahora retrocedemos más aún en la historia del Sistema Solar y, de repente, las cosas son totalmente diferentes porque parece que algo cambia en ese proceso de expulsión de cuerpos del cinturón de asteroides, aunque todavía no sabemos lo que puede ser".
Una hipótesis es que el cambio pudo deberse a la atracción gravitatoria de los grandes planetas -Júpiter y Saturno- sobre el cinturón de asteroides a medida que se asentaron en sus órbitas.
Es un resumen de una noticia publicada en el diario español EL PAIS, edición digital, el día 21 de septiembre de 2010 y firmada por Alicia Rivera
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