El descubrimiento de cualquier forma de vida extraterrestre sería uno de los mayores acontecimientos en la historia de la humanidad. Fuera vida inteligente o no, cambiaría de forma radical la percepción personal de cada uno y la de nuestro lugar en el universoEl análisis de las posibles consecuencias varía más. Se pueden esperar reacciones de miedo y alboroto, pero también de calma y placer, dependiendo de cómo sea la forma de vida descubierta y la distancia a la que se encuentre
Las biosferas extraterrestres pueden ser muy similares a la terrestre y entonces sería inevitable que emergiera la inteligencia, y nos encontraríamos con civilizaciones parecidas a las nuestras, con todas sus características negativas.
Aunque "la astrobiología es el estudio de las cosas que no existen", según una cínica definición muy popular en el mundo científico, su convergencia con el veterano enfoque SETI (programas de búsqueda de inteligencia extraterrestre) es un hecho y marca la nueva fase.
SETI, que intenta detectar señales extraterrestres, cumplió 50 años en 2010 sin conseguir su objetivo. Frank Drake, su impulsor, piensa que es preciso mantener una gran amplitud de miras sobre dónde y qué buscar
Cuando se quiere buscar vida directamente y no por sus manifestaciones, el principal escollo es que no se sabe qué buscar exactamente, ya que no se conoce el origen de la vida en la Tierra y tampoco se sabe si la vida fuera sería similar. Que la biología sea tan universal como la física y la química no es algo demostrado, aunque en el Universo exista un número sorprendentemente grande de los ladrillos de la vida basada en el carbono
"Hasta ahora no existen pruebas científicas a favor o en contra de la existencia de vida fuera de la Tierra"
Es un resumen de una noticia publicada en el diario español EL PAÍS, edición digital, el día 12 de Enero de 2011 y firmada por Malen Ruiz de Elvira