Bienvenidos al Taller de Astronomía del Aranguren
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martes, 22 de diciembre de 2009
Premio a la mejor tesis doctoral sobre astronomía
¿Veremos cómo nació el universo?
Según este modelo, el universo nació hace unos 13.700 millones de años. En ese pasado remoto no existían galaxias ni estrellas, y la densidad y temperatura eran tan elevadas que toda la materia se encontraba en forma de plasma. Desde esa fase inicial, el universo se expandió y enfrió, dando lugar con el tiempo a la formación de las estructuras que observamos hoy: estrellas, galaxias, cúmulos de galaxias... pues bien, el fondo de microondas viene a ser una especie de huella térmica de ese pasado caliente de nuestro universo.
El fondo de microondas se conoce desde hace relativamente muy poco tiempo. El físico y astrónomo ucranio George Gamow fue el primero en proponer su existencia a mediados de los años cuarenta del siglo pasado. Las primeras predicciones acerca de su temperatura aparecieron poco después, e incluso científicos de Princeton empezaron a preparar instrumentos específicos para su detección allá por los sesenta. Sin embargo, el fondo cósmico de microondas fue descubierto de manera completamente fortuita por A. Penzias y R. Wilson en 1964, cuando hacían pruebas con una antena de telecomunicaciones en los laboratorios Bell (Nueva Jersey, EE UU). La propia existencia de dicha radiación constituye uno de los pilares centrales de nuestra visión del universo, y así fue reconocido cuando en 1978 ambos recibieron el Premio Nobel de Física por su descubrimiento
Desde la década de los noventa, múltiples experimentos se han dedicado a extraer de forma sistemática el mapa de irregularidades del fondo de microondas: muchos desde la Tierra, algunos usando globos estratosféricos y también con satélites como COBE, y más recientemente, con WMAP de la NASA y Planck de la Agencia Europea del Espacio.
Es un resumen de una noticia publicada por el diario español EL PAIS, edición digital, el día 14 de diciembre de 2009 y firmada por Jose Alberto Rubiño Martín (investigador Ramón y Cajal del instituto astrofísico de Canarias, Tenerife)
jueves, 10 de diciembre de 2009
El Hubble capta los albores del Universo
La cámara infrarroja del telescopio espacial Hubble ha captado imágenes del Universo cuando éste solo tenía 600 millones de años después del Big Bang, informó hoy la NASA.
La mayoría de las teorías señala que el Big Bang, la explosión que dio nacimiento al Universo, ocurrió hace 13.700 millones de años.
"Nunca antes se habían captado las galaxias en esos millones de años iniciales y sus imágenes proporcionan nuevos conocimientos sobre cómo se formaron en los primeros años de la historia del Universo", indicó la agencia espacial estadounidense en un comunicado.
La foto principal fue tomada en agosto de este año por la cámara con lente gran angular (WFC3/IR) instalada en la última misión de servicio de los transbordadores al telescopio espacial. Según el comunicado, su capacidad le permite adentrarse en las regiones más recónditas del Universo para captar las emisiones ultravioleta y de luz visible.
La imagen fue lograda durante cuatro días con una exposición total de 173.000 segundos. La luz infrarroja es invisible y por lo tanto carece de los colores que puede captar el ojo humano, y los que aparecen en la fotografía fueron asignados de acuerdo con su longitud de onda
Noticia publicada por el diario español PÚBLICO, en su edicion on-line del día 9/12/2009
viernes, 4 de diciembre de 2009
Los agujeros negros esquivos, esos lanzallamas gigantescos
A pesar de que su existencia se esperaba, nadie había encontrado pruebas fiables de la existencia de estos agujeros negros intermedios hasta que se dispuso de las observaciones de XMM-Newton.
Otro gran resultado de XMM-Newton se obtuvo a mediados de 2006, cuando otros astrónomos encontraron uno de los cúmulos de galaxias más lejanos conocidos.
Los espectros permiten identificar la composición química del objeto astronómico en cuestión, cómo se mueve, con qué velocidad y en qué dirección, su temperatura... en resumen, sus características físicas. De alguna manera, pasar de disponer de imágenes a disponer de espectros es como para la policía científica pasar de tener una fotografía de un acusado a disponer de su ADN. La fotografía es muy útil, el ADN es determinante.
El espacio entre las galaxias que integran un cúmulo está lleno de una enorme cantidad de gas atrapado por aquellas, y muy caliente. Antes de XMM-Newton se pensaba que ese gas se debía enfriar lentamente según cae hacia el centro del cúmulo. La sorpresa fue que los espectros de los primeros cúmulos observados con XMM-Newton no revelaron muestra alguna de ese enfriamiento. ¿Por qué no? ¿Qué hace que el gas se mantenga caliente? Debe de haber alguna fuente calor.
Gracias a los espectros anteriores y a los estudios que les siguieron, ahora sabemos que la fuente de calor es el gigantesco agujero negro de la galaxia situada en el centro del cúmulo. Ese monstruo atrapa el gas de su entorno, que a su vez cae en remolino a velocidades vertiginosas. La rotación del agujero negro hace que se formen chorros de partículas aceleradas a velocidades altísimas, próximas a la de la luz. Los chorros escapan del agujero negro y de la galaxia misma, chocando con el gas del cúmulo, calentándolo, frenando su caída y provocando finalmente que el agujero negro se apague por falta de gas que devorar.
Es un resumen de una noticia publicada el 4 de diciembre de 2009 en la edición digital de el diario EL PAIS, y firmada por María Santos-Lleò , astrónoma de la Agencia Europea del Espacio (ESA)