Un modelo informático reproduce el desarrollo de los distintos tipos de galaxias desde hace 13.000 millones de años
Armados con los datos de un completo estudio del cielo en infrarrojo y un avanzado modelo informático, los astrónomos Andrew Benson y Nick Devereux han reproducido el desarrollo de las galaxias a lo largo de 13.000 millones de años, desde el Universo primitivo a la actualidad.Las galaxias son conjuntos de estrellas, planetas, gas y polvo que constituyen la mayor parte del Universo visible. Las más pequeñas tienen unos pocos millones de estrellas y las mayores llegan a los varios billones.
El famoso astrónomo estadounidense Edwin Hubble, que dio nombre al renombrado telescopio espacial, fue el primero que clasificó las galaxias, en los años 30 del siglo pasado. Esta clasificación taxonómica se conoce desde entonces como la Secuencia de Hubble. Por su forma, existen tres tipos básicos de galaxias, las espirales, las espirales barradas (con una acumulación en forma de barra en el centro de la espiral) y las elípticas.
La explicación de la secuencia de Hubble es compleja, explican los astrónomos en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Los diferentes tipos de galaxias han seguido claramente distintas rutas evolutivas pero no es fácil seguirlas.
En su trabajo, los dos astrónomos reprodujeron la historia evolutiva del Universo y sus cálculos dieron como resultado no sólo las diferentes formas galácticas observables en la realidad sino también la cantidad de cada una de ellas. "Quedamos asombrados de que nuestro modelo predijera tanto la abundancia como la diversidad de tipos de galaxias con tanta precisión", ha comentado Devereux.
Los cálculos se basan en el modelo del Universo conocido como Materia Oscura Fría Lambda. La letra griega representa el componente de energía oscura que se cree que constituye el 72% del cosmos. Otro 23% es la materia oscura y el 4% restante es la materia visible en las galaxias.
Se cree que las galaxias están inmersas en grandes halos o balones de materia oscura que los astrónomos piensan que son cruciales para su evolución. El modelo utilizado indica que el número de fusiones entre estos halos y sus galaxias determina el producto final: las galaxias elípticas resultan de múltiples fusiones, mientras que las espirales no han pasado por ninguna. La forma de espiral barrada de la Vía Láctea sugiere que tiene una compleja historia evolutiva, en la que se han producido sólo colisiones menores y al menos un episodio durante el cual el disco interno colapsó para forma la gran barra central.
Noticia publicada en el diario español EL PAIS, el día 21/1/2010 y firmada por M.R.E.