En la constelación Boötes o El Boyero, en griego, se halla una estrella con una alta actividad cromosférica, llamada Arturo, cuyo nombre proviene del griego y significa “guardián del oso”.
Arturo es la cuarta estrella más brillante del cielo, sólo detrás de Sirio, Canopus y Centauri. Brilla con una luz de color naranja-rojizo, lo que indica que la temperatura en su superficie es de unos 4300 grados, menor que los 5800 del Sol, cuya luz es predominantemente amarilla. La potencia emitida por Arturo, llamada luminosidad y que se mide en watios es enorme: en luz de colores visibles, más de 110 veces la luminosidad solar; y casi dos veces más si añadimos su radiación infrarroja. De su luminosidad se puede deducir su diámetro, unas 26 veces el solar: es una estrella clasificada como gigante.
Arturo se mueve con una velocidad mayor que otras estrellas gigantes y su masa es aproximadamente una vez y media la del Sol. Las estrellas masivas tienen vidas más cortas, así que Boötes o El Boyero se encuentra en un estado evolutivo más avanzado que nuestra estrella y seguramente ya ha cesado de fabricar energía en su interior mediante fusión nuclear, transformando hidrógeno en helio, como hace actualmente el Sol. Según las teorías de evolución estelar, es muy posible que Arturo ya esté fusionando helio para fabricar carbono.
Los metales que hay en el universo han sido fabricados en los interiores estelares mediante reacciones de fusión nuclear que producen helio a partir de hidrógeno, del helio, carbono, nitrógeno, oxígeno, silicio etc; cuando las estrellas mueren y devuelven gran parte de su masa al espacio, esos metales se incorporan al gas y polvo estelar, y así las estrellas de nuevas generaciones, formadas a partir de este material enriquecido tienen mayor abundancia metálica que las más antiguas. Por ese motivo se dice que Arturo pertenece a una población de estrellas de la galaxia más viejas que el Sol, nacidas de materia interestelar pobre en metales.
Ésta estrella se encuentra a unos 37 años luz (a.l.) de nosotros, una distancia relativamente corta a escalas astronómicas.
BIBLIOGRAFÍA: