Este año se ha anunciado el descubrimiento de un nuevo tipo de agujero negro gracias a observaciones hechas con el telescopio espacial de rayos X XMM-Newton, de la Agencia Europea del Espacio (ESA). Se trata de un agujero negro con una masa muy diferente a la de los conocidos hasta ahora: al menos 500 veces más que el Sol. Con esa masa es un caso intermedio entre los agujeros negros pequeños, que tienen una masa parecida a la del Sol, y los que se ven en el centro de muchas galaxias, incluida la nuestra, y que son ¡al menos un millón de veces más masivos!
A pesar de que su existencia se esperaba, nadie había encontrado pruebas fiables de la existencia de estos agujeros negros intermedios hasta que se dispuso de las observaciones de XMM-Newton.
Otro gran resultado de XMM-Newton se obtuvo a mediados de 2006, cuando otros astrónomos encontraron uno de los cúmulos de galaxias más lejanos conocidos.
Los espectros permiten identificar la composición química del objeto astronómico en cuestión, cómo se mueve, con qué velocidad y en qué dirección, su temperatura... en resumen, sus características físicas. De alguna manera, pasar de disponer de imágenes a disponer de espectros es como para la policía científica pasar de tener una fotografía de un acusado a disponer de su ADN. La fotografía es muy útil, el ADN es determinante.
El espacio entre las galaxias que integran un cúmulo está lleno de una enorme cantidad de gas atrapado por aquellas, y muy caliente. Antes de XMM-Newton se pensaba que ese gas se debía enfriar lentamente según cae hacia el centro del cúmulo. La sorpresa fue que los espectros de los primeros cúmulos observados con XMM-Newton no revelaron muestra alguna de ese enfriamiento. ¿Por qué no? ¿Qué hace que el gas se mantenga caliente? Debe de haber alguna fuente calor.
Gracias a los espectros anteriores y a los estudios que les siguieron, ahora sabemos que la fuente de calor es el gigantesco agujero negro de la galaxia situada en el centro del cúmulo. Ese monstruo atrapa el gas de su entorno, que a su vez cae en remolino a velocidades vertiginosas. La rotación del agujero negro hace que se formen chorros de partículas aceleradas a velocidades altísimas, próximas a la de la luz. Los chorros escapan del agujero negro y de la galaxia misma, chocando con el gas del cúmulo, calentándolo, frenando su caída y provocando finalmente que el agujero negro se apague por falta de gas que devorar.
Es un resumen de una noticia publicada el 4 de diciembre de 2009 en la edición digital de el diario EL PAIS, y firmada por María Santos-Lleò , astrónoma de la Agencia Europea del Espacio (ESA)
Bienvenidos al Taller de Astronomía del Aranguren
En este espacio virtual vamos registrando las actividades que realizamos en el taller de astronomía para 4º de E.S.O. de NUESTRO INSTITUTO
Para que navegues adecuadamente por el te sugiero que vayas al apartado CURRÍCULO. Aquí estan consignados los apartados en los que estamos trabajando.
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