El satélite fue lanzado en 2009 para estudiar la formación de las primeras estructuras a gran escala en el Universo, de donde surgieron las galaxias. Estas estructuras son las que rompen la uniformidad de la radiación de fondo de microondas, la que permanece como un eco del Big Bang
Para alcanzar el objetivo, hay que descartar las fuentes muy frías (galaxias en su mayor parte) que se interponen y contaminan las medidas y de ahí el catálogo que se ha presentado ahora. También se ha medido otra fuente de contaminación, la llamada emisión de microondas anómala, un brillo difuso asociado sobre todo a las regiones más densas y ricas en polvo de nuestra galaxia cuyo origen ha sido un misterio durante décadas.
Los datos recogidos por Planck confirman la teoría de que esta niebla local de microondas procede de granos de polvo que giran sobre sí mismos a altísima velocidad debido a colisiones con átomos en movimiento o paquetes de ondas ultravioleta.
El satélite sigue observando el Universo desde su órbita de Lissajous alrededor del segundo punto de Lagrange del sistema Sol-Tierra. Sus próximos datos serán hechos públicos en enero de 2013 y sus responsables esperan que revelen el fondo cósmico de microondas con un detalle inédito.
Es un resumen de una noticia publicada en el diario español EL PAÍS, edición digital, el día 11 de Enero de 2011
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