Bienvenidos al Taller de Astronomía del Aranguren

En este espacio virtual vamos registrando las actividades que realizamos en el taller de astronomía para 4º de E.S.O. de NUESTRO INSTITUTO
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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Amenaza asteroide: cómo prepararse ante el impacto

Hace 65 millones de años un gran asteroide chocó contra la Tierra y desencadenó la extinción no sólo de los dinosaurios, sino de gran parte de la vida en el planeta. Si bien esto sucedió hace mucho tiempo, los objetos procedentes del espacio golpean la Tierra con frecuencia. En 1908 explotó sobre Siberia, en la región de Tunguska, un asteroide de entre 30 y 40 metros de diámetro, y aplastó los árboles en un área de varios miles de kilómetros cuadrados. Hace sólo unos años, en 2007, un objeto de un metro entró en la atmósfera terrestre por encima de Perú y provocó un cráter de 14 metros de diámetro. Por suerte la densidad de población en la zona es muy baja y no se produjeron otros daños. La Agencia Europea del Espacio (ESA) ha puesto en marcha recientemente el programa llamado Space Situational Awareness ( Programa de Conocimiento del Medio Espacial, SSA, en sus siglas inglesas) para abordar esta y otras cuestiones relacionadas con la influencia del espacio sobre nuestro planeta. En este contexto, la ESA organizó la última semana de octubre en su Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC), en Darmstadt, Alemania, un congreso sobre cómo reaccionar ante una posible amenaza de impacto de un asteroide.
Cada día caen a la Tierra unas 100 toneladas de material en forma de los llamados meteoroides, partículas de un centímetro o menores. Los objetos de un metro de diámetro, como el que produjo el cráter de Perú, llegan cada pocos meses. Lo habitual, sin embargo, es que los cuerpos de menos de 40 metros estallen en la atmósfera, antes de llegar al suelo. Los objetos más grandes, de alrededor de un kilómetro, pueden causar daños muy importantes a toda nuestra civilización, pero sólo se dan, por término medio, cada millón de años. Sin embargo, en los últimos años los programas de búsqueda de asteroides han empezado a emplear telescopios más grandes, y estamos descubriendo cada vez más y más objetos de tamaño intermedio entre esos dos extremos. Y hay que tener en cuenta que un asteroide de unos 100 metros ya podría causar un daño local considerable. El impacto de un asteroide es la única catástrofe natural contra la que nada puede hacer la humanidad.
El segmento de Objetos Próximos a la Tierra del programa SSA de la ESA está actualmente construyendo un centro de datos en el establecimiento de la ESA en ESRIN, en Frascati, Italia, donde se recogerá la información sobre órbitas de asteroides y se llevarán a cabo los cálculos para predecir a qué distancia de la Tierra pasarán. Este centro aunará la experiencia de los sistemas ya existentes. El núcleo del sistema es la herramienta llamada NEO Dynamic Site (NEODyS), operada desde hace años por un equipo de científicos de Pisa, en Italia, y de la Universidad de Valladolid. Otros elementos serán el Nodo Central Spaceguard Central Node, en Roma, y una base de datos sobre asteroides llamada EARN (European Asteroid Research Node), en Alemania.

Es un resumen de una noticia publicada en el diario español EL PAÍS, edición digital, el día 11 de Noviembre de 2010 y firmada por Detlef Koschny, experto en asteroides y NEO del programa SSA de la ESA

martes, 16 de noviembre de 2010

Un joven agujero negro en nuestro vecindario cósmico

Una estrella que era unas 20 veces más masiva que el Sol colapsó en la galaxia M-100, a unos 50 millones de años luz de la Tierra. Habría consumido todo su combustible nuclear y ya no se sostenía más. Su estallido fue descubierto en 1979 por un astrónomo aficionado y recibió en nombre oficial de SN1979C. Ahora, los astrónomos que han observado el residuo de aquel astro, con diferentes telescopios de rayos X y rayos gamma durante varios años, explican que en ese punto una emisión brillante de alta energía se han mantenido constante, al menos entre 1995 y 2007, lo que sugiere que se trata de un agujero negro que se está alimentando de materia de su entorno, ya sea de restos de la propia supernova o de una estrella compañera, si es que formaba un sistema estelar doble.
"Si nuestra interpretación es correcta, este es el ejemplo más cercano que tenemos del nacimiento de un agujero negro que se haya observado nunca", afirma Daniel Patnaude, científico delHarvard-Smithsonian Center for Astrophysics y líder de esta investigación, según informa la NASA. El hallazgo supone para los astrónomos una oportunidad única de observar el desarrollo de un objeto de este tipo desde su infancia. Además, puede ayudar a comprender mejor cómo explotan las supernovas (estrellas masivas) y cuáles dejan tras de sí un agujero negro y cuáles una estrella de neutrones; también se puede estimar mejor la población de agujeros en la galaxia.
En este estudio de SN1979C se han utilizado observaciones realizadas con los telescopiosChandra y Swift, de la NASA, el XMM-Newton, de la Agencia Europea del Espacio (ESA) y elRosat alemán.

Es un resumen de una noticia publicada por el diario español EL PAÍS, edición digital, el día 15 de Noviembre de 2010 y firmada por A. R.