Bienvenidos al Taller de Astronomía del Aranguren

En este espacio virtual vamos registrando las actividades que realizamos en el taller de astronomía para 4º de E.S.O. de NUESTRO INSTITUTO
Para que navegues adecuadamente por el te sugiero que vayas al apartado CURRÍCULO. Aquí estan consignados los apartados en los que estamos trabajando.



miércoles, 20 de octubre de 2010

La galaxia más lejana y antigua está a 13.000 millones de años luz

El objeto celeste más lejano y antiguo observado hasta ahora es una galaxia cuya luz ha tardado más de 13.000 millones de años en llegar a la Tierra y ha sido observada cuando el Universo tenía solo unos 600 millones de años, han confirmado telescopios europeos en Chile. Los astrónomos se han puesto deberes y en la próxima década quieren llegar a ver las primeras estrellas que se formaron, que calculan lo hicieron a los 500 millones de años de la Gran Explosión.Todas las cifras son aproximadas, porque todavía se desconoce mucho de la infancia del cosmos, pero las estrellas se forman en el seno de las galaxias, así que la galaxia más lejana anunciada hoy les lleva un poco más cerca de su objetivo.
La galaxia, llamada UDFy-38135539, era una de las candidatas a más lejanas detectadas en 2009 por la nueva cámara del telescopio espacial Hubble, galaxias primordiales compactas nunca antes observadas. Ahora la ha confirmado el Observatorio Europeo Austral (ESO) y otras están fase de confirmación. Pero los astrónomos tendrán que esperar a disponer del nuevo telescopio espacial James Webb, sucesor del Hubble, que observará en las frecuencias de infrarrojo adecuadas, para así cumplir su sueño de ver las primeras estrellas que se formaron en el Universo, cuya edad se estima en 13.700 millones de años.
También quieren ver los primeros agujeros negros en los próximos 10 años. Todavía no se sabe si los agujeros negros se formaron antes o después que las primeras estrellas, explica Mas Hesse, del Centro de Astrobiología, pero sí que son igualmente muy antiguos.
La galaxia, cuya confirmación publica Nature, es además la primera observada que existía ya en la época de la reionización, cuando, según las hipótesis, los primeros objetos del Universo arrancaron electrones de los átomos de hidrógeno creados durante el Big Bang y se creó una opaca niebla de hidrógeno.

Es un resumen de una noticia publicada por el diario español EL PAIS, edición digital, el día 20 de Octubre de 2010 y firmada por Malen Ruiz de Elvira

jueves, 7 de octubre de 2010

Calentamiento global en el Universo joven

Durante una época de calentamiento cuando el Universo era muy joven, hace 11.000 millones de años, los cuásares -los brillantes núcleos de las galaxias activas- produjeron enormes estallidos de radiación que detuvieron el crecimiento de algunas galaxias enanas durante al menos 500 millones de años. A esta conclusión ha llegado un equipo de astrónomos que utilizó las nuevas posibilidades del telescopio Hubble de la NASA para explorar el Universo más lejano e invisible.
Con el Espectrógrafo de los Orígenes Cósmicos (COS), los astrónomos pudieron fijar los límites temporales de esta era, desde hace 11.700 a hace 11.300 millones de años, cuando la luz ultravioleta de las galaxias activas arrancaba electrones de los átomos de helio. Este proceso de ionización calentó el helio intergaláctico, lo que impidió que el gas colapsara gravitacionalmente para formar nuevas generaciones de estrellas en algunas galaxias.
El Universo atravesó una fase inicial de calentamiento hace más de 13.000 millones de años, cuando la energía de las estrellas masivas primitivas ionizó el frío hidrógeno interestelar de la Gran Explosión. El Hubble encontró que pasaron otros 2.000 millones de años antes de que en el cosmos hubiera fuentes de radiación ultravioleta lo suficientemente energéticas para reionizar el helio primordial que igualmente procedía del Big Bang. Esta radiación no procedía de las estrellas sino de agujeros negros supermasivos en el centro de las galaxias, que al chocar, un fenómeno común en aquella época, dieron lugar a estos cuásares.

Es un resumen de una noticia publicada por el diario español EL PAIS, edición digital, el día 7 de Octubre de 2010

Termina la misión espacial que ha medido el universo

Una misión espacial de especial relevancia en la última década por sus aportaciones clave a la cosmología actual ha llegado a su fin. Tras nueve años de observaciones del universo profundo, la NASA ha dado por concluidas las operaciones del WMAP. Estaba situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra y el pasado 8 de septiembre el satélite recibió la orden de encender sus pequeños propulsores, abandonar su órbita de trabajo y colocarse en una de aparcamiento definitivo alrededor del Sol, donde no estorba a otras sondas espaciales. Este potente instrumento científico tomó los últimos datos el 20 de agosto y todavía está el equipo analizándolos. Para continuar estas importantes investigaciones de la radiación de fondo ha tomado ya el relevo la sonda Planck, de la Agencia Europea del Espacio (ESA).
WMAP (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe), un artefacto espacial de 840 kilos, fue lanzado por la NASA en junio de 2001 -para cumplir una misión de nueve años de duración- y se colocó tres meses después en órbita en L2, un punto de equilibrio gravitatorio del sistema Sol/Tierra. Desde allí ha estado observando en todo el cielo la llamada radiación de fondo de microondas, emitida cuando el universo se hizo transparente, unos 380.000 años después del Big Bang, y considerada la luz más antigua, que ahora llega a nuestros telescopios en el rango de microondas. En esa radiación se han medido minúsculas diferencias de temperatura (de una parte en 100.000) que revelan el tamaño, la materia, la edad, la geometría y el destino del universo, explican los científicos de la NASA. Esos datos indican también cómo era la estructura primordial del cosmos que formó después las galaxias y conjuntos de galaxias hasta su forma actual.
El universo tiene 13.750 millones de años, con un grado de error del 1%, y la propia NASA señala que se trata de un récord Guinness de WMAP "por la edad más precisa de la edad del cosmos lograda hasta ahora". En cuanto a su composición, los datos del observatorio han permitido determinar que solo el 4,6% es materia normal, la que forma todos los átomos, mientras que el 23% del universo consiste en materia oscura, algo que todavía no se sabe qué es, pero que no emite ni reflecta la radiación electromagnética. El resto, el 72%, es energía oscura, algo completamente desconocido, una especie de presión en lugar de atracción gravitatoria, cuya existencia se detectó en la década de los noventa por la aceleración de la expansión del universo. Esta aceleración no se descubrió con el Wmap, pero sus observaciones han permitido determinar la geometría del cosmos y de ahí confirmar -con un método diferente al inicial- la energía oscura, sea lo que sea.

Es un resumen de una noticia publicada en el diario español EL PAIS, edición digital, el día 7 de Octubre de 2010 y firmada por Alicia Rivera.

Sorpresa solar para el clima

Tres científicos que han estado analizando el último ciclo solar de 11 años han encontrado un efecto inesperado de la radiación en el calentamiento de la atmósfera terrestre. Los datos, tomados por el satélite Sim, muestran cambios del espectro de la radiación solar que pueden tener implicaciones en el clima contrarias a lo que dicta el sentido común: el aumento de la radiación de la luz visible provoca un calentamiento de la baja atmósfera terrestre aunque decrezca la radiación solar total. Los investigadores advierten de que su estudio se limita a un corto período de tiempo en un ciclo que potencialmente puede ser anómalo y que no pueden generalizar sus resultados. Pero si así fuera, si otros análisis confirmasen este efecto, sería necesario reconsiderar la influencia del ciclo solar en el clima y revisar los modelos actuales de cambio climático.
La radiación solar que llega a la Tierra aumenta y disminuye con el ciclo de 11 años, explica la revista Nature. El Sim hizo mediciones durante la fase de declive (de 2004 a 2007) del último ciclo solar que mostraron una sorprendente caída pronunciada de la parte ultravioleta de la radiación solar, parcialmente compensada por un aumento de la radiación en el rango de luz visible. Dado que las diferentes longitudes de onda del espectro solar afectan de manera diferente a la estructura térmica de la atmósfera terrestre -debido en parte a las reacciones químicas del ozono estratosférico- es importante tener en cuenta esta aparente variabilidad de la radiación solar en los modelos del clima terrestre.

Es un resumen de una noticia publicada en el diario español EL PAIS, edición digital, el día 6 de Octubre de 2010 y firmada por A.R.